Xemei, la cocina italiana y los valores seguros



Si algún día vamos a comer, raro será que me vean pedir un plato de pasta.
No es que no me guste, porque la disfruto cómo el que más, pero así como hay personas que, como mis hijas sin ir más lejos, podrían vivir de macarrones de primero y raviolis de segundo, a mi no es algo que me haya llamado nunca la atención.

Si hago retrospectiva en mi vida, que dicho así suena muy pro, pero que no es más que pensar un poco en mis traumas infantiles, me doy cuenta que asocio el plato de pasta a una especie bloque de hormigón que nos servían a golpe de cucharón en la escuela. Recuerdo perfectamente como esos desgraciados macarrones se pegaban los unos a los otros formando una única pieza, como la corrosiva salsa de tomate intentaba correr sin éxito por ahí y como el queso, una especie de masa entre reseca y chiclosa, remataba la incomestibilidad del conjunto.

Pero, más allá de estos incómodos recuerdos escolares con los que espero haber empatizado con alguno de ustedes, queridos lectores, reconozco que, a día de hoy, el trauma ya está bastante superado. De hecho, podría visitar sin más el Coure solo por su pasta del día, o Monocrom, Vivanda o Gaig solo por sus macarrones.

Gnocchis del Xemei

Otra cosa es el Xemei.
Nos toca hacer un poco de excursión para ir a este restaurante de Montjuic al que hacemos, más o menos, una visita al año, coincidiendo con uno de esos momentos en los que nuestras hijas nos piden, a la vez, comer pasta y salir fuera.

Spaguetti chitarra con tomate

Spaguetti con mejillones y almejas


En realiadad, en Xemei se come mucho más que pasta. La ensalada de tomate, la stracciatella, el tiramisú... todo es excelente.

Bresaola, stracciatella y pepino

Burrata y ensalada de tomate

Tiramisú

Curiosamente, la pasta que piden mis hijas acostumbra a tener poco más que tomate y, aunque parezca sorprendente, suele ser tan o más destacable que cualquier otro plato. 
"La cucina italiana es lo que tiene, con poco es excelente" nos dijeron una vez.
Y así es.
Vayan al Xemei y disfruten. Valores seguros como éste, pocos hay.



Xemei
Passeig de l'exposició 85