Arranca el otoño y cuelgo la crónica del mejor arroz del verano. 

Lo sé, empezar así un blog es como autoinsultarme a mi mismo y a mi blog, pero la verdad es que no podía dejar de escribir sobre este sitio de Llançà que tanta alegría nos dio un fin de semana de junio.
Siento en el alma no haberlo hecho antes.

Me va a costar quitarle el cabreo a mi mujer.