ENTREPANES DIAZ y los viernes felices con mi mujer



Aunque no cambie por nada del mundo a los dos maravillosos monstruos que tengo por hijas, reconozco que la paternidad, la concilación laboral, la compra, las lavadoras y el intentar recoger la casa para que no parezca un chiquipark en horas bajas, nos están dejando poco margen para respirar si no es para ir a la cama a dormir.

Y es que encontrar tiempo en casa para estar en pareja y además sin hablar de niñas, de la casa, del trabajo, o peor, discutir por alguna de estas tres cosas, cada vez se está poniendo más complicado.

A pesar de todo, desde que mi mujer cambió de trabajo y se mudó a unas oficinas en pleno centro de Barcelona, aprovechamos los viernes, que los dos acabamos al mediodía, para juntarnos e ir probando sitios nuevos. Vale que vamos corriendo, porque salimos tarde, y además vamos con prisas, pues es el día que recogemos los dos juntos a las niñas en el cole, pero ese rato en el que podernos estar solos y además compartir mesa, a mí me sabe a gloria.

Ensaladilla rusa de cadiz

El pasado viernes, que íbamos más tarde que nunca y cuando ya dábamos por perdida la opción de que nos diera tiempo a parar en ningún sitio, recalamos en Entrepanes Díaz, en Pau Clarís por encima de la Diagonal. Casi por casualidad, Susana buscó en google donde tomar bocadillos de camino a casa y, volantazo mediante, nos plantamos allí.

Bocadillo de rabo de buey. Muy muy bueno.

Resulta que detrás de este sitio, del cual éramos absolutos desconocedores, están los del Bar Mut. De hecho, el local está pegado a un bar de copas llamado Muticlub, en cuya entrada preside una placa donde se informa el derecho de admisión a menores de 40 años. Como desde hace poco que yo ya no tengo este problema, me hizo gracia.

Bocadillo de calamares muy bueno también.

Camareros eficientes, servicio ágil y comida rica. Poca cosa más necesito yo. Nos sentamos en la ventana, algo incómodos, pero nos dijeron que se puede reservar mesa, cosa que haremos la próxima vez que vayamos.


Tarta de queso. Excelente.

Cierto es que tenemos más que asumido que las relajadas cenas íntimas, que recuerdo haber disfrutado en otro momento de mi vida, quedarán, por el momento, relegadas a almuerzos fugaces a deshora. Pero sitios como éste, echan por el suelo aquello de que cualquier tiempo pasado fue mejor.
En breve estamos allí de nuevo.

Entrepanes Diaz
Pau Claris 109, Barcelona