Un año más, con la llegada del verano, un buen número de hoteles de Barcelona ofrecen pasar el atardecer en sus terrazas para tomar un aperitivo basado en la cerveza Estrella Damm Inedit.
Fermí Puig, el radiofónico cocinero que hace unos años dejó la cocina del mítico Drolma del Hotel Majéstic, ha abierto un restaurante con su nombre en la calle Balmes, justo encima de la Diagonal.
Me llamo Josep Roca.
El Roca no viene de Girona, sino de Murcia, así que, aunque en catalán suele leerse con la o "abierta", aquella que tanto nos caracteriza, seguramente debería cerrarse. No lo sé.
Breve entrada de Tudela.
Paramos una noche de camino a Zamora y prácticamente no hicimos nada más que dormir, desayunar, dar una vuelta y ver al rey de la foto que tenía tanto frío cómo nosotros (ver su nariz).
Sin duda alguna, si algún aliado tengo en mi familia política ese es mi cuñado Fernando.
Tal es así, que Sus Majestades Los Reyes Magos de Oriente lo saben y este año decidieron regalarnos conjuntamente un curso práctico de GinTónics, el cóctel de referencia en nuestras conjuntas celebraciones.
El lugar de tal magno evento fue la coctelería La Torre Rosa.
Hace poco más de un año, tras nuestra estancia en Donosti, escribí que con 15 minutos de pinchos al día la vida tendría otro color.
Estimados lectores,
Ante todo, y después de la cuesta de enero, FELIZ 2013.
Lleva ya desde febrero de este año en extinción y no le queda mucho más tiempo en Barcelona. La exposición sobre Ferran Adrià i El Bulli, que se puede ver en el Palau Robert, se despedirá el 3 de febrero del 2013 después de un año entero y no se cuantos miles de visitantes.

Hace ya más de un año que sacamos la cabeza por el 41 Grados, la coctelería que los hermanos Adrià tienen justo al lado de su restaurante Tickets, en el Paral·lel Barcelonés.
Un poco apartado de Barcelona, en el pequeño pueblo de Sagàs, se encuentra el hotel rural Els Casals. Había leído sobre su estrellado restaurante y me había llegado de oídas que se comía de maravilla, así que aprovechando que estábamos por el Berguedà, nos acercamos.

La semana pasada fuimos a cenar a un restaurante donde nos trataron francamente mal.
No cenamos mal del todo, pero fueron tan expresamente antipáticos que el cuerpo me pedía una crónica explicativa de los motivos por los cuales debería evitarse a toda costa el lugar.

El hecho es que no es mi estilo hablar mal de nadie y el objetivo de este blog debe ser compartir la buena gastronomía y no aquella que de pie al despotrique fácil y gratuito, por mucho que se hayan hecho méritos para ello. Por algo el blog se llama El Morro Fino.
Por eso mismo, y por coherencia con esta reflexión, he retirado de los anteriores artículos alguna que otra referencia de sitios a evitar. Lo dijo Ferran Adrià en su entrevista a la carta: no hay que hablar mal de lo sitios y yo no voy a ser menos: hablaré bien de lo que me gusta, y lo que no me gusta, no tendrá lugar aquí.

Y de quien sí hay que hablar es de la coctelería GIMLET de Javier de las Muelas, que visitamos tras salir de cenar del sitio en cuestión.
Ya había estado ahí en alguna ocasión y la verdad es que hay una enorme barra al fondo que es ideal para ir con un grupo de gente: estás en taburetes, ves cómo preparan los cócteles y no molestas a (casi) nadie. También hay mesas y diría que hasta se puede cenar.
Recomiendo el FOX, una versión helada/granizada del Gimlet, un cóctel muy dulce de dos partes de ginebra por una de jarabe de lima.

Y si no, para los más James Bond, siempre está el Dry Martini.



Entre 11 y 12 euros por cóctel, más que razonable.
Hay que ir alguna vez.

Gimlet
Santaló, 6
Barcelona
93.201.53.06
http://www.gimletbcn.com


Título de post con doble sentido.
Para mi hablar de Cadaqués es hablar de Susana.
Antes de empezar, avanzo que esta crónica me resulta complicada.
De entrada, el nombre del sitio, Fastvínic, se me contradice. Por un lado, el sitio ciertamente va de vinos, pero por otro, el amplio surtido de caldos y bocadillos de alta gama hacen complicado que uno tenga la tentación de degustar todo lo que el cuerpo pueda, con la tranquilidad que eso merece.

La mecánica del lugar quiere asemejarse a un restaurante de comida rápida: pagas en un mostrador, te sirven el pedido envasado en papel y, antes de acomodarte en la espartana sala, te sirves tu mismo el vino expuesto en unas neveras dispensadoras que funcionan introduciendo una targeta prepago.

He ido varias veces y en algunos casos he consumido más copas de vino que comida  y en otros al revés. Salvo una hamburguesa de lentejas que no me acabó de convencer, el resto que he probado merecen destacada mención.

- Bocadillo de pavo 6.75€
- Bikini con rúcula y tomate 4.50€
- Bocadillo de perdiz a la vinagreta 9.50€
- Bocadillo de trucha 7.40€

- Bocadillo de bacalao a la llauna 6.90€ (foto de cabecera)

- El Odysseus 2011. Riquísimo (no recuerdo el precio por copa)

Desde los espartanos muebles hasta las copas Riedel, todo lo que hay en este sitio es de máxima calidad.
Informal, gracioso y rico, tanto en comida como en vinos.
De visita recomendable.

Fastvinic
Diputació 249



Este post podría empezar como un bando a la antigua usanza:

Se hace saber que desde el 8 de mayo hasta el 22 de junio una serie de hoteles de cierta entidad de la Ciudad Condal ponen su terraza a disposición del pueblo llano para tomar un aperitivo de media tarde. Tal tentempié estará compuesto por tres tapas, variables según el lugar, y una botella de cerveza Estrella Damm Inedit, cerveza ideada hace unos años por el equipo de ElBulli. Todo ello por el razonable (o no) precio de 20 euros.

Con esta excusa, ayer compartí una agradable velada en la terraza del Hotel Mandarín Oriental.
El sitio en si se sitúa en un clásico patio interior del Paseo de Gracia que, a pesar de estar confinado entre edificios del eixample barcelonés, se viste con arboles, vegetación y un mobiliario de jardín que le propicia un cierto encanto a resort de verano.

Las tres tapas no estaban del todo mal, si bien tampoco eran nada del otro mundo: tortilla de patatas con pan con tomate, mini calzone de carne i coca con pimiento y sardinas. Respecto a la cerveza, yo la encuentro muy curiosa: ligera, fresca y quizás un pelo demasiado dulzona.

La oferta es graciosa y sirve como excusa para sacar la cabeza por terrazas de hoteles que, sin esta iniciativa, un servidor difícilmente pisaría. Habrá que probar alguno más.

Otros hoteles interesantes de la promoción:
http://www.mongastronauta.com/

Sobre Inedit: http://www.estrelladamminedit.com/

Mandarin Oriental
Passeig de Gracia 38.
Leí sobre este sitio y tenía cierta curiosidad por visitarlo.
Acogedor, pero sin pasarse, bonito y a la vez práctico. Luz ténue, pero sin manteles.
Reza en subtítulos "cuisine de bistrot" y la verdad es que el sitio está tan expresamente afrancesado que es imposible que no recuerde a un clásico bistrot francés, esa cosa rara de definir entre bar, restaurante y taberna con glamour.


Tomamos dos menús de mediodia. Nos sirvieron un aparetivo de paté de sardinas, mantequilla y un esplendido pan. Completamente coaccionados por el desagradable día lluvioso, escogimos de primero una crema de champiñones tan sabrosa como potente. De segundo, optamos por una pierna de conejo con salsa de mostaza y un estofado de ternera con verduritas, ambos presentados magistralmente en unas pequeñas cazuelitas para que cada uno se sirviera a su gusto.


Golosidad de postre fotografiado: fresones melba. Muy buenos.


El sitio está bien. Sabores buenos y muy potentes. Quizás el menú de mediodía está algo disparado de precio cómo para ir a menudo. De noche, a parte de la carta, hay un menú a precio más competitivo que el de la mañana. Vale la pena hacerle una visita.


Cafe Emma
Pau Claris, 142.
93.215.12.16


A parte de la carta, menú de mediodía: 17 euros y menú noche: 22 euros, bebidas a parte.