SANT PAU . Carme Ruscalleda, cocina y felicidad.


De todos los libros de cocina que tengo, cantidad que no me atrevo a ponerle número por miedo a pasar verguenza, hay uno que me gusta especialmente. Es una edición sencilla, de papel rugoso y tamaño de bolsillo, en la que Carme Ruscalleda, delante del mar, protagoniza en la portada la única foto del libro. Cocinar para ser feliz, que así se llama, me costó menos de lo que vale hoy un menú del día y, cosas de la vida, es el libro de cocina que seguramente más veces he consultado.


El caso es que mi gran hermana pequeña y su querido compañero de aventuras, conocedores de nuestros gustos y aficiones, nos patrocinaron una visita al Sant Pau el verano pasado.

La expectativa era tremenda y la experiencia fue inolvidable. Salimos de allí diciendo que era obligado volver al Sant Pau ni que fuera otra vez en la vida y, cosas que pasan, lo he vuelto a hacer este año, cortesía de la Revista Cuina y de la propia Carme, que sortearon una comida en su casa con motivo de El Plat Favorit dels Catalans.

Constato que en las dos visitas, con dos menús diferentes, una cenando y la otra comiendo, lo pasé en grande. En verano bailamos, con un menú inspirado en Músicas Bailables y este año nos fuimos de museos, con un menú inspirado en Estilos Pictóricos. Con platos y temáticas diferentes y más de medio año entre los dos menús, salimos en los dos casos con exactamente la misma sensación de grata satisfacción.

Rock and Roll del menú de Músicas Bailables

Terrarista de aquí cerca, del menú de Estilos Pictóricos
El restaurante es muy bonito, no es muy grande y tiene dos salones de estética bastante diferenciada. Cenamos en el interior y comimos en el que da al mar. Cada uno tiene su encanto y no necesariamente es mejor uno que otro, pero es bueno saber que las mesas se asignan, de fuera para adentro, por estricto orden de reserva. El día de la cena tomamos los petit fours en el jardín, desde donde se ve la cocina y el mar.

Vista desde el jardín, comedor arriba y cocina abajo.

Petits Fours en forma de León de Barcelona, dentro de una serie de El Bestiari Català.
Personalmente aplaudo la idea de darle un guión tematizado al menú degustación. Manteniendo siempre la coherencia, se crea un divertido juego a partir de conceptos que aparentemente nada tienen que ver con lo que se va a comer y se despierta cierta curiosidad para ver qué relación tendrá con cada plato.
Country, una brocheta de cerdo y ketchup del menú de Músicas de Bailables
Realismo Mágico Belga, un merengue con foie y manzana emulando el cuadro de René Magritte. 

Algunas veces hay juegos más visuales, como el collage Cubista de chocolate del menú de Estilos Pictóricos, hasta con sutilezas del lenguaje, como en las Sardanas del de Músicas Bailables, dónde el marisco del arroz tiene el mismo nombre que la zapatilla que se usa para el baile catalán. Hoy por hoy en el Sant Pau ya ni bailan, ni pintan, sino que viajan por el espacio y sirven un menú galáctico inspirado en el Universo.

Collage Cubista de chocolates, de los Estilos Pictóricos

Sardana, un arroz con espardeñas, del menú de Músicas Bailables
A nosotros el Sant Pau nos gustó.
Su cocina es técnica, impecable, delicada y no hay sitio para la estridencia, ni para el fuera de tono.
Que se olviden los amantes de la pirotécnica, de los humos o las infusiones en directo. En casa de Carme todo es coherente y cada bocado recuerda a ese Mediterráneo que llevamos respirando toda la vida, con esos sabores reconocibles que en más de una ocasión hacen revivir algo de lo que nuestras madres dejaron escrito en nuestra memoria.

Figurativo Balear, sobrasada y tomates de los Estilos Pictóricos

Sevillanas, Pescadito frito (Llorito), oliva sevillana y ajoblanco.
Casi al final de la cena, la Xef salió a saludar. Saqué mi edición del Cocinar para ser feliz y le conté a Carme la historia de mi biblioteca. 
Sonrió, dibujó y escribió:

"Para compartirlo con los que más queréis"

Porque - añadió - cocinar, al igual que amar, es compartir.

Cuanta razón, Carme.
Del Sant Pau salimos un poco más felices.
Gracias a ti, a todo el equipo y a los que hicieron posible la visita.
Hasta la próxima.

Sant Pau by Carme Ruscalleda
Carrer Nou, 10.
Sant Pol de Mar
www.ruscalleda.cat