Ya sé que ha llovido aguas mil, y que en términos blogosféricos es hablar casi de la prehistoria, pero es lo que tiene no tener ni un segundo para escribir justo cuando más se tiene por contar. Que le vamos a hacer, que por intención no sea.
Nuestra visita a este restaurante de El Masnou empezó a coger forma en en una escapada a Olot, cuando el azar, de forma tan fortuita como agradable, hizo que coincidiéramos en Les Cols con Dani y Cristina, unos muy amigos de nuestros muy amigos (ups vaya lío) Ignasi y Marta, mencionados en este blog alguna que otra vez.
Cuestiones de familia a parte y tableta de chocolate de Fina Puigdevall en mano, en Olot se gestó la salida de las tres parejas de amigos (de amigos) al Tres Macarrons, que por causas de salud de última hora, solo pudimos disfrutar cinco de los seis convocados a la mesa.
Y madre mía que bien se come en Tres Macarrons.
Cocina con fundamento, delicada y tradicional (todo a la vez), de la que se necesitan quilos de pan para rebañar el plato. Si uno puede emocionarse con la cocina tecno-emocional de la aceituna esférica de los hermanos Adrià que explota en la boca, también lo puede hacer con una cucharada de los soberbios guisantes del Maresme, que hicieron recordar a mi amigo Ignasi cuando era niño y su abuela los desgranaba y se los daba a probar.
Cocina con fundamento, delicada y tradicional (todo a la vez), de la que se necesitan quilos de pan para rebañar el plato. Si uno puede emocionarse con la cocina tecno-emocional de la aceituna esférica de los hermanos Adrià que explota en la boca, también lo puede hacer con una cucharada de los soberbios guisantes del Maresme, que hicieron recordar a mi amigo Ignasi cuando era niño y su abuela los desgranaba y se los daba a probar.
A Tres Macarrons vale la pena ir para recordar e interiorizar el sabor de lo que es comer bien y, de pasada, refrescar en nuestra memoria culinaria el gran abanico de guisos (y no guisos) que nos brinda nuestra cocina catalana más tradicional.
Y hablar más es tontería. Allá va lo que comimos. No me extenderé mucho porque todo es altamente recomendable y algunos platos son de ovación popular.
- Aperitivos: pipas de calabaza y morros.
- Sobrasada con miel y caramelos de foie.
- SOBERBIO, pero de verdad de la buena, cap i pota.
- Pulpo
- Los guisantes, que dan título al post, con tripa de bacalao y butifarra negra
- Sobrasada con miel y caramelos de foie.
- SOBERBIO, pero de verdad de la buena, cap i pota.
- Pulpo
- Los guisantes, que dan título al post, con tripa de bacalao y butifarra negra
- Rabo de cerdo, un plato tan bueno como sorprendente.
- Arroz con langostinos, rico rico.
- Arroz con langostinos, rico rico.
- Calamar con papada
- Steak tartar, en churritos (o quenelles si nos ponemos finos). Muy bueno.
- Postres: manzana la horno, crema de frutos rojos, helado, cheesecake y la TREMENDA torrija.
Lo que costó: lo que vale en su justa medida.
Pienso que es un buen sitio para ir, disfrutar y gozar (suena a regetón, pero es que es así).
Altamente recomendado para los golosos (como los cinco que fuimos).
A la Cris i als altres cinc de la taula no tan petita: la excusa per juntar-nos tots sis s'està allargant massa...
TRES MACARRONS
Av.Maresme 08320.
El Masnou
935409266
