Lo sé y lo siento. El título de la entrada tiene una maligna lectura que roza casi la mala educación,  pero es que no lo he podido evit...

Hace ya un par de meses que visitė el Pepito con mi amigo Albert.

Tal y como twitteé, si es que algún día la Real Academia acepta tal palabro, el domingo pasado tuve el gusto de presenciar un taller d...

Escondido en el Passatge de la Concepció, pegado al restaurante Bocagrande, se encuentra el Bocachica. Con la luz muy medida y la decoració...

Tal cual suena. PASTELERÍA en mayúsculas.  La Pastisseria es la pastelería que hay en la calle Aragón con Enric Granados al lado de l...

Quedan pocas horas para dejar atrás este año acabado en el número terrible de la mala suerte, así que aprovecho para desearos mis mejores de...

Hacía años que quería pisar el Tapas 24 de Carles Abellan y nunca había acabado de encontrar ni el momento ni la excusa. Y no será por no...

Cosas de la vida, mi mujer tiene un primo cocinero. Consulto el post  que escribí en su día, la primera vez que nos dio de comer, y ...

Este es un post escrito con las dos manos, casi dos meses después de unas vacaciones algo accidentadas. El contexto es rápido y la sec...

Fin de vacaciones y vuelta a casa. Oh que horror. Este verano ha sido muy entretenido, extremadamente goloso y también algo accidentado,...

E l pasado mayo (voy un poco tarde, lo sé) estuvimos de fin de semana largo en París, de visita a Alejandro y Alba, dos de nuestros amigo...

Es la segunda vez que escribo sobre el Cafe Emma, el bistrot francés de la calle Pau Claris, y lo vuelvo a hacer básicamente por el alto ...

Un año más, con la llegada del verano, un buen número de hoteles de Barcelona ofrecen pasar el atardecer en sus terrazas para tomar un ap...

Fermí Puig, el radiofónico  cocinero que hace unos años dejó la cocina del mítico Drolma del Hotel Majéstic, ha abierto un restaurante co...

Me llamo Josep Roca. El Roca no viene de Girona, sino de Murcia, así que, aunque en catalán suele leerse con la o "abierta"...