El fin de semana pasado fue sin duda uno de los mejores del año.
Salimos los cuatro el viernes tarde hacia La Garrotxa y no volvimos hasta el domingo noche, agotados y felices.
Si algún recuerdo bueno me quedará de la pandemia, será el de cuando cargaba a mi hija mayor al coche e íbamos a buscar la cena al Bardeni.